
Lo primero que necesitamos para la producción de nuestros Mapas topográficos y Ortofotografías que a nuestra empresa de restitución le encargan, son los Vuelos Fotogramétricos.
El recubrimiento fotográfico de un territorio nos muestra una serie gráfica de las características geográficas de los elementos que configuran la cubierta de la superficie terrestre.
Comenzaremos recalcando la semejanza existente entre el ojo humano y la cámara fotogramétrica, ya que ambos son receptores de realidades externas, las cuales transforman en información, mediante la proyección cónica.
A través de ésta propiedad se obtiene información de medidas de los objetos representados en las fotografías, siendo esto así, los fotogramas que vamos a obtener del Vuelo Fotogramétrico tienen que tener una zona de recubrimiento en común, donde se repitan los puntos, con los fotogramas contiguos para poder formar pares estereoscópicos y poder percibir en tres dimensiones la imagen de un objeto.
Para que se produzcan éstas condiciones, el avión debe volar a una velocidad y altura constante, para que la serie de disparos sean regulares.
Los Vuelos Fotogramétricos dependen mucho de las condiciones meteorológicas, que hacen que el vuelo sea o no viable.
El primer condicionante que nos encontramos para la Fotografía Aérea son las nubes. Si tenemos presencia de nubes, pueden producir sombras sobre el terreno a fotografiar y esto dificultará la restitución de los pares estereoscópicos. Los vuelos se deberán realizar con cielo despejado, para que las imágenes obtenidas estén bien definidas. Cuando las nubes están altas, el vuelo no lo dificulta, pero los contrastes de la fotografía no se apreciarían de igual manera.
Si nos encontramos con situaciones atmosféricas extremas como turbulencias o, viento de regular intensidad las fotografías obtenidas podrían llegar a tener desviaciones excesivas de la vertical que consecuentemente no cumplan con los parámetros geométricos que exige el vuelo fotogramétrico.
Uno de los condicionantes imperiosos que dificulta el vuelo y que siempre existe, es la refracción atmosférica, que para la restitución fotogramétrica, la evitaremos con el cálculo previo de las coordenadas de los puntos de apoyo tomados en el Apoyo Fotogramétrico, para ajustar la imagen en nuestros aparatos de restitución.
En definitiva, que las condiciones meteorológicas óptimas para la realización de Vuelos Fotogramétricos debería de ser, con tiempo claro y despejado, sin presencia de nubes ni nieblas, sin brumas ni otros elementos que obstaculicen la buena visibilidad del terreno.
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